Necesitamos héroes

Necesitamos héroes

Por Carlos González Arizmendi

Sin duda el fútbol vuelve a ser un pilar cultural de la mayoría de los mexicanos. Tuve la oportunidad de asistir al México-El Salvador en el coloso de Santa Úrsula y es impresionante cómo la gente enloquecemos ante un partido de esta magnitud. Hacemos hermanos que apenas conocimos minutos antes en la butaca de junto, disfrutamos del baño de cerveza o de cualquier líquido que desciende desde el piso de arriba del estadio como si nos estuviera lloviendo champaña, niños, niñas, papás, mamás y extraños nos abrazamos, convivimos, nos damos las mano y nos sentimos muy mexicanos aunque sólo sea por 90 minutos. No existen diferencias políticas ni sociales y todos opinamos de cuál sería el movimiento que el D.T. debería hacer para mejorar el funcionamiento del equipo nacional. Ojala así actuáramos para salir a votar o bien para llevarnos bien como vecinos. Es cuando me doy cuenta de que el fútbol tiene algo en él que hace que todos nos enfoquemos hacia el mismo camino. Imaginen que la Cámara de Diputados o el Senado de la República funcionaran así. Que ellos cabildearan y dijeran: “Lo mejor para todos es que PEMEX se privatice o que acepte capital extranjero porque en quiebra no nos va a servir de nada”. Imaginen a nuestros supuestos representantes diciendo “vamos a apoyar al presidente en esta iniciativa porque la seguridad es un activo de todos los mexicanos” o bien al presidente de México diciendo “los excedentes del petróleo debemos repartirlos en fundón de los estados con mayor pobreza”. Es increíble que el fútbol logre lo que ningún político puede siquiera proponer y que es: un México unido persiguiendo un bien común.

Sin duda debemos analizar el fútbol a fondo para aprender algo de él. El fútbol es magia, pasión, entretenimiento e imaginación desde el asiento trasero.