jueves, 28 de enero de 2010

Clientes de Toyota en riesgo


Por Carlos González Arizmendi


Hoy una de las marcas automotrices con mayor aceptación entre el público está en crisis. Una dificultad que compromete su propuesta fundamental y que es la confiabilidad. La marca Toyota está inmersa en una crisis financiera de grandes proporciones y si a esto, se le suma un llamado a revisión de más de 3 millones de vehículos, el impacto hacia la gente es descomunal.

Todo comienza con un accidente en el que un policía y su familia mueren a causa de que el automóvil Toyota en el que viajaban se aceleró sin control y se impactaron. Toyota argumentó que era un problema de tapetes de alta resistencia que ocasionaban que el acelerador se pegara; otros casos vinieron sucediendo con una resultante diferente, los otros coches impactados no tenían estos tapetes. El problema es que la humedad y condensación hacen que el acelerador se quede pegado y el auto acelere sin control. Sólo como consejo, si a usted le pasa esto, ponga la palanca en neutral y frene con suavidad hasta que llegue a un lugar seguro.

Recientes investigaciones del organismo regulador de cuestiones viales en Estados Unidos (NHTSA) revelaron que este problema originalmente fue reportado desde el año 2004 por aceleraciones breves pero descontroladas de autos Toyota.

Esta crisis, que bien puede ser una avalancha mediática, se ha generado por la escasa o nula reacción de la marca en Estados Unidos y también en México. Un escueto comunicado de prensa no disminuye el riesgo al que muchos compatriotas, que bien podrían ser familiares suyos, están sujetos con autos como el Camry, el Corolla o la Rav 4 por mencionar algunos. La marca se ha tardado en comunicar lo que está sucediendo y eso es imperdonable a sabiendas de que una corte en Estados Unidos prohibió la venta de ocho modelos de la marca, entre éstos, los que ya le mencioné. La responsabilidad, si bien existe un proveedor al que le cortarán la cabeza, recae en Toyota dado que usted le compró el coche a la marca y no al proveedor. Esto no es una crisis de relaciones públicas sino de posible riesgo fatal para algunos clientes de la marca. Toyota debe actuar con mayor rapidez y responsabilidad porque son vidas las que están en juego desde el asiento trasero.

Lo Positivo

Que aun en México no ha habido casos

Lo Negativo

Que la marca se espere a que suceda algo para intervenir

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