domingo, 13 de diciembre de 2009

Futuro electrocutante


Por Carlos González Arizmendi

Seguramente usted está escéptico ante los mensajes de que vienen en camino los coches eléctricos. Tal vez piense que aún falta mucho tiempo para que ésta sea una nueva realidad cotidiana. Le tengo noticias. La transformación de la industria automotriz ya es un hecho. Estamos viviendo el caos de la conversión tecnológica y de la convivencia de muchos desarrollos que son paralelos y no subsecuentes. Hoy vivimos la era en donde los combustibles fósiles como la gasolina o el diesel, convivirán con autos de celdas de hidrógeno que se transforma en electricidad o bien con coches que se impulsarán con combustible generado a través de la descomposición de materia orgánica.

Usted mismo ya es usuario de estas tecnologías. Basta con que cada noche conecte su teléfono celular para darse cuenta de cómo funcionará un automóvil de similares características pero con una batería de tamaño y peso descomunal.

Somos flacos de memoria en todos sentidos pero recuerde el desarrollo de otras tecnologías para que adivine el futuro. De los discos de acetato de 33 1/3 rpm hasta el disco compacto pasaron décadas. Del innovador Walkman de Sony a la revolución del iPod el tiempo se acortó y fue de tan sólo 20 años. Ahora ya ni siquiera necesitamos discos para obtener música o álbumes para ver fotografías. Basta con irse de vacaciones para observar la cantidad de gente que toma fotografías de manera indiscriminada gracias a que su cámara les provee de recursos que sólo se ven limitados por el tamaño de una tarjeta de almacenamiento o la vida útil de una batería.

Para cuando usted se haga consciente de esto, los autos ya no harán ruido ni generarán gases nocivos a la atmósfera. Los cambios suceden a veces sin que nos percatemos de ello.

Adicionalmente y ahora que son las fiestas decembrinas, usted verá que la famosa carta a Santa Claus va acompañada de una impresión específica del juguete o accesorio que el niño quiere y hay del pobre Santa si no cumple con requerimientos específicos bajados de Internet.

Es necesario estar a la altura de los cambios y que usted participe en ellos integrándose a la posibilidad de experimentar cosas diferentes. No pierda la ilusión de hacer algo nuevo, de pensar diferente o bien de inventar algo que cambie su manera cotidiana de hacer las cosas.

El otro día un amigo me dijo que “una sociedad que piensa igual es una sociedad que piensa poco” y sin duda es una aseveración que pesa como lápida en la espalda.

En fin, prepárese por GM trae el Volt, Nissan el LEAF y así muchas otras marcas le sorprenderán antes de lo que se imagina desde el asiento trasero.

Lo positivo
Son cambios que hacen la vida más amable
Lo negativo
Que creemos que los cambios no sucederán

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